lunes, 3 de septiembre de 2012

El calentamiento global es consecuencia de la actividad humana

 La Tierra se está calentando y este fenómeno se debe inequívocamente a la actividad humana, confirmó hoy el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.
En el informe más riguroso y amplio que se ha elaborado hasta ahora, los científicos indicaron que las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso en la atmósfera han aumentado de manera notable desde 1750. 

Además, los niveles de emisión de estos gases a la atmósfera son los mayores de los últimos 650.000 años.

Por esta razón, la temperatura actual –apunta el panel- es el doble que la que se registraba en el siglo XVIII y de continuar así, la temperatura irá aumentando 0,2 grados cada una de las dos próximas décadas.

Por otra parte, las altas temperaturas provocarán un aumento del nivel del mar que podría oscilar entre los 28 y los 58 centímetros a finales de este siglo, dependiendo “del crecimiento económico, las nuevas tecnologías y las políticas que se lleven a cabo”.

El director ejecutivo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, Achim Steiner, dijo durante la presentación del documento que estos datos “deberían estimular a los gobiernos a adoptar políticas más fuertes y efectivas para acabar con las emisiones de gas que provocan el efecto invernadero”

“El 2 de febrero de 2007 en París debería ser recordado en los libros de historia como el día en el que pasamos de las palabras a la acción para combatir el cambio climático en el marco de las Naciones Unidas,” dijo Steiner.

En la elaboración del documento participaron unos 2.500 científicos de más de 130 países. 

Por su parte, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon recibió con agrado las conclusiones del informe y señaló que la respuesta global debe ser más rápida y con mayor determinación.

La ONU advierte de que el calentamiento global será más rápido y más destrutivo

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU (IPCC), integrado por expertos de más de cien países, han cerrado su segundo informe sobre el fenómeno este viernes en Bruselas. El documento se ha presentado con varias horas de retraso por problemas con su redacción, planteados en el último momento por EE UU, Rusia, China y Arabia Saudí. El primer informe, menos duro que el segundo, se publicó en febrero y culpaba al hombre del calentamiento global. Ahora, la ONU advierte de que causará más daños y más rápido de lo que se preveía. Las temperaturas aumentarán entre 1,5 y 2,5 grados, el nivel del mar subirá y el 30% de las especies desaparecerá.

Los expertos, reunidos en Bruselas, han logrado el consenso tras una reunión que se prolongó durante toda la noche del jueves y la mañana de este viernes. Incluso se llegó a afirmar que la presentación del informe se aplazaba sine die. Al final, Rajendra Pachauri, presidente del IPCC, ha declarado a la BBC que se había conseguido "un muy buen documento". Algunos científicos han acusado a los delegados gubernamentales de EE UU, China, Rusia o Arabia Saudí de tratar de diluir el sumario de 20 páginas, que sintetiza las 1.400 que contiene el informe y en el que se recogen las recomendaciones.
"Un alto nivel de certeza"
En este sentido, aseguran que China intentó eliminar una parte que recogía que había un "alto nivel de certeza" de que el cambio climático estaba afectando ya a "muchos sistemas naturales, en todos los continentes y en algunos océanos". China, segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero tras EE UU y por delante de Rusia, quería que no se hiciera referencia al nivel de certeza. El IPCC afirma en su informe que el calentamiento global ya está teniendo un gran impacto en la naturaleza y también tiene visibles repercusiones en las sociedades humanas, aunque menos marcado.
Entre las alertas que lanza el nuevo informe se afirma quecausará más daños y más rápido de lo que se preveía hasta ahora. Según sus cálculos, el 30% de las especies conocidas se extinguirá. Ecosistemas como los corales, los polos, la tundra, los bosques boreales o los montes y las regiones mediterráneas se verán inevitablemente afectados, así como los océanos, los ecosistemas marinos en general y los recursos pesqueros. Las regiones más afectadas serán el Artico, el Africa Subsahariana, las islas de menor tamaño y los grandes deltas de Asia, con lo que los pobres serán sus principales víctimas, según ha explicado el copresidente del IPCC, Martin Parry.
Mil millones de personas sin agua
Asimismo se estima que la sequía y el deshielo dejarán sin agua dulce a mil millones de personas -50 millones de ellas en las cuencas del sur y del Este y centro de Europa-, mientras que cientos de millones ya están condenadas a padecer inundaciones por el aumento del nivel del mar. El texto añade que el cambio climático podría ocasionar una caída importante de los cultivos en Africa, una reducción de los glaciares del Himalaya y más olas de calor en Europa y Norteamérica.
El informe será enviado a los líderes del G-8 justo a tiempo para la cumbre en junio en la que se reúnen los países más industrializados del mundo. Se trata de la segunda reunión del panel -establecido en 1988 por el Programa de Medio Ambiente de la ONU y la Organización Meteorolgoica Mundial- tras el encuentro en París del pasado febrero. Está previsto que el panel se reúna dos veces más, en Bangkok y en Valencia, en noviembre, donde presentarán una síntesis de su trabajo para elevar a los estados miembros de la ONU. El Consejo de Seguridad ha confirmado que el órgano debatirá por primera vez el cambio climático como "amenaza a la paz y la seguridad internacional" el próximo el 17 de abril, y con carácter ministerial.

LA REVOLUCION INDUSTRIAL Y EL EFECTO INVERNADERO

Los cambios climáticos de la tierra, como la edad de hielo, han sido procesos naturales y paulatinos.   Sin embargo, en el siglo XVIII la historia empezó a cambiar.   La población humana había aumentado considerablemente y nació la industria.   Producto del ingenio del hombre, surgieron las máquinas que facilitan el trabajo humano. 

Pero estas máquinas necesitaban energía para funcionar, y para obtener dicha energía comenzaron a usarse los combustibles fósiles; carbón, petróleo y gas natural.   El carbón movía las locomotoras, el gas y el petróleo iluminaban las ciudades.

El filósofo inglés John Stuart Mill se preguntaba a mediados del siglo XIX: "¿Con qué fin busca nuestra sociedad su progreso industrial?   Cuándo el progreso se detenga, ¿En qué estado podemos esperar que deje a la humanidad?"

James Allaire había aumentado el rendimiento de las máquinas a vapor, inventando en 1824 el motor compuesto, al que se le añadieron la caldera tubular y el motor de doble cilindro.   En 1890 Charles Parson desarrolla la turbina: es la segunda revolución industrial.   Muchos pensaron que estos avances de la ciencia y la técnica se traducirían solo en beneficios para el hombre.

El problema fue que los motores quemaron grandes cantidades de combustibles fósiles y produjeron enormes volúmenes de dióxido de carbono, gas que ocasiona el "efecto invernadero".   El monocultivo, la cría de animales y la tala indiscriminada de bosques agravaron el problema, añadiendo al CO2 metano y dióxido de nitrógeno.

En pequeñas concentraciones, los gases que producen el efecto invernadero   son vitales para la supervivencia del hombre.   Sin ellos, la tierra sería 30 grados más fría, como el planeta Marte.

Cuando la luz solar llega a la tierra, un poco de esta energía     se refleja en las nubes, el resto atraviesa la atmósfera y llega al suelo.   Gracias a esta energía la vegetación crece y se desarrolla.